Como sabéis, el día 23 de abril se celebra Sant Jordi en Cataluña, también el día del libro en el resto de España. Aprovechando la cercanía de las fechas, he decidido hacer una pequeña reseña de un libro que me ha encantado.
Cuando hablé con Pere Rafart, me comentó que últimamente estaba leyendo más libros de autor que libros de técnicas y juegos. Me dijo que le parecían más provechosos, ya que en ellos se revelaban los secretos y pensamientos de toda una carrera sobre el escenario y que le parecían de lo más interesante. Y es que juegos los puede pensar todo el mundo, pero la experiencia de haberlos probado ante público en infinidad de ocasiones era lo que él más valoraba.
Pues bien, el libro de “A fuego lento” de Joaquín Matas es eso. El resumen de prácticamente toda una vida sobre el escenario, asombrando a pequeños y mayores con objetos tan variados como cartas, monedas y cuerdas.
Vamos por partes, ya que la obra está dividida en 2 volúmenes.
En el primero vais a encontrar las intimidades de Joaquín. No, no, nada de fotografías suyas en la bañera de cuando era un bebé (que esa la tenemos todos), me refiero a su rutina de “intimagia”. Su magia de cerca más íntima y pura.
También encontraréis una sección de magia con los amigos, donde sigue revelando algunos de sus secretos para hacer alucinar a compañeros de profesión.
Cierra el primer libro La Rutina de cubiletes. Sí RUTINA, con mayúsculas, porque es el resultado de mucho ensayo, estudio y variaciones de manejo respecto a la del “profesor” Dai Vernon.
En el segundo volumen podréis encontrar otra de la joyas de Joaquín: su rutina de la cuerda de Tabary. Un amigo mío me dijo una vez: “Si quieres ver una “Tabary” bien hecha, ves a ver a Joaquín Matas”. Así lo hice y me dejó alucinando.
En este libro, también encontraréis algunas de las anécdotas que ha ido recogiendo en la magia tematizada y corporativa, así como su experiencia en la magia itinerante.
No me gustaría hacer spoilers sobre estos dos libros, ya que según palabras textuales de Joaquín: “Es un libro al que le he dedicado mucho tiempo, mucho esfuerzo y lo he cocinado a “fuego lento”».
Sólo me queda añadir que los prólogos de los libros los han hecho magos de talla mundial: Gabi Pareras y Alberto de Figueiredo…
Las contraportadas se las han disputado entre varios compañeros de profesión: Woody Aragón, Ricardo Sánchez, Ricardo Rodríguez y Juan Tamariz.
Si todos estos nombres están en el mismo libro será porque el autor lo merece y el libro es bueno (genial, diría yo).
Para terminar, sólo recomendaros que os hagáis con un ejemplar de “A fuego lento” de la Editorial Mystica. Aprovechad el día del libro y regalaros más de 600 páginas de magia.
Y a ti, Joaquín, muchas gracias por haberle dedicado tanto a este libro y hacer este gran regalo a la comunidad mágica.
Nos vemos en la próxima.
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K.