El tapete, el escenario del mago.

Me gustaría hablar sobre algo tan ligado a la magia como las propias cartas: el Tapete.
El tapete es esa superficie mullidita sobre la cual el mago ejecuta sus milagros, lo podríamos considerar el “escenario” del mago de cerca, o close-up.
Tapetes tenemos de muchas clases: rígidos, flexibles, de neopreno, de goma, de madera, de plástico, gruesos, finos, de gran calidad o más de batalla.

Tapete Santa Cruz de Machento

Pero todos cumplen su función: encuadrar el lugar donde va a suceder la magia, proteger los elementos mágicos de superficies sucias y hacer el manejo de estos elementos un poco más llevadero para el mago.
No es que los tapetes estén trucados ni nada por el estilo, es sólo el hecho de que al ser unas superficies acolchaditas, nos permiten coger la baraja con mayor facilidad. Lo mismo pasa con las monedas, o ¿no os ha pasado nunca eso de que parece

que se queden “pegadas” a la mesa? ¿Os imagináis a un mago intentando hacer un juego con monedas que tenga que estar como 40 segundos para “despegarla” de la mesa?
Por otro lado, el tapete siempre crea curiosidad a los espectadores. Muchos de ellos están acostumbrados al de fieltro que tienen en casa, o que tenía su padre, con un ribete rojo y los ases cosidos en las 4 esquinas. Lleno de bolitas, quemaduras de cigarrillo y con marcas de vasos. Testigos de largas partidas de cartas, aderezadas con pipas y algunas chucherías.

Muchas veces, cuando entras a ver un show de magia, lo primero que ves es el tapete del mago, puesto sobre la mesa. Por esta razón creo que tener un tapete bonito es clave.

  • Primero: porque estéticamente es más bonito, y ya que en magia perseguimos la belleza del juego, pues que menos que preocuparnos un poco de nuestro espacio escénico.
  • Segundo: un tapete de calidad mejora el manejo de los elementos mágicos. No hace el trabajo por nosotros pero es importante tener las herramientas adecuadas.
  • Tercero: forma parte del vestuario del mago. Un mago que viste con personalidad, con un traje elegante de cuadros, por ejemplo, creo que debería tener un tapete a la altura de su vestuario.
  • Cuarto: el tapete debe ser atractivo pero no protagonista. Un tapete puede llamar la atención del espectador, pero la magia que ocurre sobre él es la protagonista.

Por estos motivos decidí fabricarme mi propio tapete. Como ejercicio de bricolaje y para tener una superficie bonita, cómoda y elegante donde hacer esto que tanto me gusta, la magia.

A raíz de estas pruebas, algunos de mis amigos me han pedido que les fabrique tapetes también para ellos. Así que si esta entrada os ha despertado curiosidad no dudéis en contactar conmigo mediante mis redes sociales: Twitter,  Instagram y Facebook.

K.