“Tuit tuit”. Me llega una notificación: “El Rei de la Magia te ha etiquetado en una foto”. Alucinado, abro Twitter y me entero que esta semana es el 4º festival de magia que organiza la tienda. Conferencias, talleres, galas de magia de cerca, galas de escena… Y empiezo a emocionarme.
A medida que se acercaba el fin de semana me empecé a escribir con la tienda para saber si aún quedaban entradas para la gala del viernes por la noche (lamentablemente el fin de semana no podía y para la conferencia de Gabi Pareras tampoco).
Me confirman la disponibilidad de entradas y que estarán muy contentos de verme si me paso por ahí. Así que salgo del trabajo y disparado hacia Barcelona.
Llegué a las 21:15 h aproximadamente,y la gala de magia de cerca ya había empezado.
Estaba actuando Pere Rafart, un joven mago de Solsona con unas gafas amarillas muy molonas. No tubo mucha suerte eligiendo voluntarios (el pobre fue a dar con una chica rusa que no hablaba español y después con una espectadora a la que le daba vergüenza salir), así que acabó pidiendo un voluntario y me ofrecí a ayudarle.
En mis narices me hizo un juego que me encantó, no se si entraría dentro de la categoría de “triunfo”, pero la verdad que me dejó alucinado. Y acto seguido una rutina de monedas a través de la mesa que también me gustó mucho. Para entonces seguía haciendo de ayudante así que lo seguí todo de bien cerquita.
Después de su actuación, el maestro de ceremonias, Micky Conesa, dio paso a un mago “que hace magia con objetos cotidianos”: Mario López.
Sacó su baraja y empezó explicando que nos iba a hacer su segundo mejor truco, ya que su mejor truco no lo podía hacer porque en los teatros no se puede fumar. Tubo un pequeño problemilla con las cartas ya que no querían salir del estuche, por lo que tuvo que improvisar algo con un vaso invisible. Esta rutina fue genial! No se de dónde sacó ese vaso pero, de verdad, era increíble. Después de sacar bolitas de él, ¡sacó un limón y un tomate! Una rutina fantástica.
Después empezó con la magia de los cigarrillos. Parece mentira que una cosa tan dañina para nuestra salud pueda ser tan buena para nuestra ilusión.
Al final, se vino arriba y se animó a hacer su mejor truco: una escultura de humo. Genial, no os dejará indiferentes.
Y para acabar la gala, después de un juego de Micky Conesa con unas bolas un tanto inquietas, empezó su actuación Miguel Gómez.
Abrió con uno de mis efectos favoritos, Monedas de mano a mano, aunque él lo llama El truco de las 5 monedas. Dice que así le va mejor para recordarlo. Una rutina inmejorable que además desmontó el pensamiento del público en la tercera transposición.
Nos deleitó también con dos juegos del tipo “Una carta al número” y “Monedas viajeras”. Este último me dejó realmente sorprendido: cuatro monedas de plata que desaparecen y reaparecen dentro de un cubilete de cuero. Leyéndolo así parece un juego “sin más”, pero ya os digo que en directo es una pasada, si lo veis algún día, sabréis a lo que me refiero.
Como iba bien de tiempo se animó a hacer un juego que está preparando para presentar a un concurso. El juego consiste en la adivinación de una carta elegida libremente por un espectador. Pero todo lo que viene a continuación, ¡te deja con la mandíbula en los pies! No quiero explicarlo mucho porque obviamente va a concurso, pero fue la hostia! Gracias Miguel por regalarnos eso.
Así acabó la Gala de magia de cerca. Después ya en el bar pude hablar un poco con Pere, Mario y Miguel. Conseguí mis tres cartas firmadas para la baraja de magos que me estoy currando y las correspondientes fotos para la colección.
Así que fue una noche muy mágica. Valió la pena el no cenar hasta medianoche y poder disfrutar de toda esa magia y de toda esa gente. Espero que El Rei de la Magia siga organizando estos eventos y que yo pueda ir a verlos.
Nos vemos en la próxima.
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K.
P.d. Para aquellos que no creen en la magia:
Mario hizo un truco durante su show en el que tiraba unas cartas por el suelo mientras intentaba adivinar la que había pensado el espectador. Después de la gala le pedí a Mario que me firmase una carta, y luego estuve esperando a que saliera Miguel. Cerca de mis pies había una carta, con el dorso verde, en el suelo. La carta estaba boca abajo, así que no pude ver cuál era hasta que ya la había elegido. Solo cogí una carta de todas las que había en el suelo… Flipad.
¡¡Gran truco Mario!!