Antes de irme de viaje, me enteré que justo a la vuelta vendría a Barcelona Luis Olmedo con su nuevo show: Amarillo. Puede que así en frío no os suene, pero si os digo la verdad, es de los primeros magos a los que le pedí si quería hacer una entrevista para el blog.

Como siempre lo bueno se hace esperar y para verle en directo he tenido que esperar casi un año, pero valió la pena.

 Antes de entrar al teatro, había quedado con unos amigos para hacer unas magias. Es lo que me gusta de este mundillo en el que poco a poco voy entrando: conoces a gente, sacas una baraja y unas monedas y parece que nos conociéramos de toda la vida. Mientras estábamos haciendo tiempo, Luis salió a saludarnos y estuvimos charlando un poco. A las 21:00 h empezaba el show, como no podía ser de otra manera, en el Rei de la Màgia.

 Amarillo es un espectáculo que versa sobre la suerte, ya sabéis que dicho color se considera “gafado” en el mundo de la farándula des de que Molière muriera a causa de la tuberculosis pocos días después de interpretar su “Enfermo Imaginario” vestido de amarillo.

Pues bien, el show empieza desafiando al color gafado. Una extensión de cartas, una carta amarilla y la demostración de que la magia está por encima de todo esto.

 No quiero desvelaros los efectos que podéis ver durante la hora larga que dura el acto, pero sí que os diré que Luis Olmedo lleva al límite la superstición y la suerte.

Elementos como el número 13, la sal o los espejos son los hilos conductores de los efectos que se van sucediendo uno tras otro dejando boquiabierto al público, que quién más o quien menos tiene sus “manías” por así llamarlas, ya me entendéis …

 Uno de los juegos que me gustó mucho fue la rutina de apilamiento de dados (dicestacking). Era la primera vez que veía hacerla en directo y me pareció muy interesante las reacciones que provocó y la atmosfera que creó. El sonido de los dados con el rascar del cubilete actuaban como si fuera una especie de metrónomo para el público. Algo que marcaba el ritmo entre la magia y el asombro. Sinceramente me gustó mucho.

Se acerca el gran final, perdón, el Gran Final. Tan sólo este efecto vale el precio de la entrada y creo que incluso es barata.

La atmósfera mágica que crea con la introducción a la metáfora y la música que lo acompaña durante todo el número son geniales, podría estar hablando de este efecto hasta agotar los caracteres de la entrada, pero prefiero que lo veáis en directo.

Había visto alguna versión de este tipo de juego, pero como esta… Ha pasado a estar en mi TOP 3 de magia con monedas, no sabría si sería el número 1 pero que lo voy a guardar en mi corazón mágico ya os digo yo que sí.

Es un juego de tal belleza visual que incluso el espectador más escéptico del teatro, se rindió al momento mágico para dejar salir al niño que todos llevamos dentro.

¿Que más decir del show? Que lo vayáis a ver, que merece mucho la pena.

Si queréis, otro día os cuento lo que vino después del show: 15 personas, cena, vinito, codillo a la gallega y Gabi… memorable…

 Sólo me queda agradecerle a Luis Olmedo el regalo que me hizo con su juego final.

 (Como te dije al acabar: brutal.)

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Hasta cuando queráis.

K.