Hace unos días fui a ver a un show de hipnosis. Me enteré que venía a Barcelona Jeff Toussaint y me organicé para ir a verle. Como siempre que voy a ver un show lo pongo en mis redes sociales, y al ser un show de hipnosis, ha suscitado algunas preguntas y reacciones.
He decidido escribir sobre hipnosis, para intentar despejar algunas dudas sobre ella, y así de paso os cuento un poco mi experiencia.
He tenido 3 contactos con la hipnosis, con tres hipnotistas diferentes: Luis Pardo, Adolfo Masyebra y Jeff Toussaint y en ninguno de esos contactos he conseguido entrar en un estado profundo de hipnosis. Pero eso no significa que no me hayan hipnotizado.
Para hacer una explicación breve de que es la hipnosis. La hipnosis es un proceso que realiza nuestro cerebro de manera normal al que se le llama disociación, aunque la gente corriente le llama “empanarse”. Seguro que conoces la sensación de estar haciendo algo y de repente darte cuenta que te habías empanado imaginando cualquier cosa…
¡Felicidades! Te acabas de despertar de un proceso de hipnosis.
La hipnosis, a grandes rasgos consiste en eso. En dejar que nuestro cerebro vuele y que nuestro subconsciente se exprese. Cuando estamos en estos momentos de disociación nuestro cerebro “no contrasta la información que le llega” y en ese momento casi todo es posible: desde imaginar que estás en una playa a que olvides una palabra. Y ese proceso es el que aprovechan las personas que se dedican a la hipnosis teatral para generar sus espectáculos.
Entrar en un estado de hipnosis es un entrenamiento, a medida que te expones a esos momentos de disociación, más fácil te resulta entrar y salir de estos estados de consciencia.
Y puede que el término no sea el más adecuado, pero en la hipnosis, al menos en la que yo he experimentado, no te duermes.
Si, ya lo sé, la persona hipnotista dice “duerme”, pero tú realmente no entras en un estado de sueño. Entras en un estado de relajación y bienestar. Sabes que estás en un escenario, o donde sea, que hay gente mirando, oyes sus risas y sus voces… pero estás tan bien que decides permanecer en ese estado. Estás en calma y a gusto. Pero lo más importante es que no estás ni inconsciente ni dormido.
No sé tú, pero yo cuando duermo no oigo nada, ni los coches ni al vecino con la tele puesta.
Este punto es el que más suspicacia suscita ¿la gente que está en el escenario finge?
En mi experiencia os podría decir que la gente no finge, simplemente te dejas llevar. Te sientes tan bien que sigues la voz de la persona que te guía; de la misma forma que hacemos cuando salimos de voluntarios a un show de magia convencional.
Podríamos decir que puedes estar a 3 niveles de hipnosis: superficial, medio y profundo. Yo no he pasado del medio, pero hay gente que ya está muy entrenada y es capaz de entrar en hipnosis profunda con bastante facilidad. Cuanto más profundo caes, más te dejas llevar; y por consiguiente mejor eres para el espectáculo. Si eres una de esas personas que entras profundo la persona que te guía, o te hipnotiza, podrá lograr efectos sorprendentes, como por ejemplo que olvides tu nombre durante un rato.
En mi caso, me cuesta soltarme y es por eso que no acabo de profundizar en la hipnosis, pero lo seguiré intentando. Así que si un día vas a un show de hipnosis, anímate y pruébalo.
En Barcelona tienes en cartel El club de la hipnosis a cargo de Luis Pardo.
Llegados a este punto me gustaría aclararte un par de cosas:
Cuando estás en hipnosis no vas a hacer nada que no quisieras hacer. Si de manera habitual eres una persona muy cortada con cierto pudor a la desnudez, por ejemplo, no vas a desnudarte en el escenario, por mucho que la persona que te ha hipnotizado pretenda que lo hagas. Tampoco te pueden pedir que lesiones a otra persona o a ti mismo. Por decirlo de alguna forma, tu cerebro te proteje. Si hay alguna acción que va en contra de tus principios y convicciones morales automáticamente vas a salir del estado hipnótico.
No pueden reprogramarte el cerebro durante el show. Aunque la hipnosis terapéutica puede usarse para generar cambios plásticos en el cerebro, necesita de una exposición larga y de una predisposición por parte del paciente. Si un día vas a un show de hipnosis no vas a dejar de fumar de golpe, solamente porque la persona que te hipnotiza “te lo haya dicho durante la hipnosis”. Puede ser que a raíz de ese momento decidas hacer un cambio en tu vida, pero milagros a Lourdes. La persona a cargo del show tan sólo es un guía. Si eres practicante de disciplinas como el yoga o la meditación, sabrás que hay un tipo de meditación guiada, donde una persona te va hablando y tu le vas siguiendo según te habla. Pues exactamente eso es lo que hacen en los shows de hipnosis. ¿Verdad que si sólo meditas un día no te conviertes en una persona súper calmada y con una paz mental abrumadora? Pues con la hipnosis igual.
Normalmente utilizamos la autohipnosis para cosas negativas: esto me va a salir mal, no le caigo bien a tal persona, seguro que me tiran por tierra mi proyecto, etc… Pero la buena noticia es que la podemos usar para cosas positivas como cambiar alguno de nuestros hábitos, ¿no has escuchado nunca eso de que te tienes que mirar al espejo y decirte 3 veces que “hoy va a ser un día genial”?
Espero haber podido aclarar un poco tus dudas sobre este mundillo de la hipnosis. Si sientes curiosidad yo te animo a que lo pruebes. Lo peor que puede pasar, es que no pase nada.
Recuerda que puedes seguirme en mis redes sociales, puedes suscribírte al newsletter para no perderte nada de lo que publique en el blog y si compartes el blog con tus amigos me haces un favor.
Hasta cuando quieras.
K.