Hace un tiempo empecé a trabajar una idea, un juego con un elemento poco común extrapolado de una rutina ya clásica de uno de los magos más grandes de este país.

(no os doy más pistas para no spoilear nada, ya que sigue en fase de desarrollo)

Pues bien, desde que empecé a trabajarla siempre me ha asaltado la siguiente duda: ¿sigo trabajando en esta dirección o me ciño a la rutina original?

 Parece que la respuesta podría ser bastante obvia pero me causa cierta inquietud.

 Por una parte, me encanta la rutina original, por el elemento que utiliza, pero claro la otra idea es original, ya que creo que nadie la ha trabajado, o al menos yo no lo he visto…

 Me cuesta mucho hacer esta reflexión ya que a veces peco de ser un “acaparador” mágico. Si algo me gusta y lo encuentro interesante intento comprarlo, pero entonces escucho mi vocecita interior que me dice : espera, piénsalo bien. ¿Vas a sacarle partido?

 Es por eso que tengo ganas de debutar como mago también, para poder ver si mis ideas locas funcionan ante el público.

 Durante este año que llevo escribiendo el blog he tenido varias, pero creo que esta puede ser muy interesante…

¿Vosotros qué creéis que debería hacer? Dejádmelo en los comentarios 😉

 Hasta cuando queráis.

No olvidéis compartir la entrada y suscribiros al newsletter. También podéis seguirme en mis redes sociales: Twitter,  Instagram y Facebook.

K.